viernes, 30 de mayo de 2014

Un ancla.


Acabo de leer tus pedazos, tus ideas.
Las guardé, no quiero leerlas como base a un argumento.




Creo haber sentido, escrito tus palabras, alguna vez fueron mías. 



Intento saber cuándo, y cómo me alejé de esos pensamientos.

Éso. Éso De pensar en amar, en propósitos, en acompañar, resolver, liberar, responder. 

  “…la vida es un árbol que no tiene respuestas…”


Me quedo con la imagen de ayer, de un naufragio y un alma destimonada:

 Yo queriendo ser deriva y vos queriendo ser un ancla con fuerzas para anclar. 



"No tengo respuestas para darte que no existan."



Quizás  nuestro amor no será idioma, no será continuum, ni crónico.
O no sea conjugable de ningún modo, con ningún modo.
Pero no deja de ser amor ni deja de ser histórico ni cierto.
Aprenderemos a amarnos sin las manos, sin los ojos sin el alma. En silencio en un cuento en recuerdos
Aprenderemos a amarnos en otra palabra, con otra palabra en otro lado, sin barcos y sin ser ni llegada.   

1 comentario:

  1. preciosas palabras, y muy bien escritas. un saludo. (http://alejandrovargassanchez.blogspot.com)

    ResponderEliminar