“Este sujeto colonial no se define según quien es
sino como ve; se
trata de la visión que se presenta.”
Rolena Adorno (1988).
El espacio americano, como nos ha llegado a la actualidad, se torna imposibilitado de objetividad, aun más, el espacio americano con la posibilidad de crear un discurso sobre sí mismo, con su propia voz, en las cartas colombinas, se encuentra censurada por lo que Todorov llama “asimilacionismo” punto de vista con el que Colón piensa este nuevo espacio. O como explica Adorno, el europeo no vería al otro desde la alteridad, sino que buscaría adaptarlo por similitud a sus arquetipos antropológicos. Por lo tanto, sólo nos acercaremos en realidad a la construcción del espacio americano y al otro americano, por medio de los mecanismos utilizados por Colon en este “Diario del primer viaje”. Todorov afirma que Colón ha de moverse por tres móviles para la conquista: el primero humano (la riqueza), el segundo divino y el tercero relacionado con el disfrute de la naturaleza. Por lo tanto temáticas de Colón se administran y dividirían en estos tres planos e influirán en las descripciones del espacio. En tanto a la narrativa Araneda afirma que “los textos colombinos relatan el encuentro de los europeos con los indicios, signos o señales de la fuente del oro infinito” (Araneda.1988:82). Por lo tanto “hay un suspenso narrativo que nunca se destruye en los escritos sobre el descubrimiento” (82). Luego Zamora propone, en relación a la retorica del texto colombino que la intervención retorica del nuevo sujeto se manifiesta en diversas maneras destacando el “comentario editorial” y que se manifestaría en dos formas: la evaluativa y la no evaluativa, que se verán marcadas por los desplazamientos de persona, los cambios en los que el autor se cita como “el Almirante” (tercera persona) y cuando el mismo se sitúa en el discurso directo en primera persona.
Habiendo marcado los lineamientos que seguiremos para analizar la descripción, la narrativa y la retorica del diario de viajes procederemos a analizarlo en orden opuesto anteriormente citado.
1- Retorica. Como dijimos el relato en su estructura
retorica se moviliza en la forma de “discurso
editorial “[1]que
a su vez se mueve entre el discurso
indirecto y el directo testimonial.
Dando la posibilidad de la introducción de una nueva voz que se diferencia y destaca. cabe aclarar que según Zamora la oscilación
entre estos dos mecanismos no solo se lleva a cabo por la modificación de la persona
sino también por un distanciamiento semántico
dentro del enunciado en el que se inserta. Ejemplos de esto es por ejemplo la utilización como ya mencionamos de la forma “el Almirante” (Colón 2001: 98) o la
constante utilización de los verbos flexionados en tercera persona como “navegó”
o “anduvo” etc. Con el objetivo de
resaltar la autoridad del discurso testimonial y la presencia “distanciada de
su persona. Aun mas se nota este
objetivo de la búsqueda de la veracidad cuando el autor pasa del uso indirecto
al directo testimonial, auto-avalándose, y siendo su propia voz duplicada el
sustento de sus propios argumentos como a su vez se genera el movimiento
contrario al desplazamiento pues el narrador se acerca a su propio discurso. Esto le permite por ejemplo habilitarse para
el uso de un imperativo hacia La Corona española y desplazarse a su vez de su
propio discurso. Cito:
“Así deben Vuestras Altezas determinarse a
los hacer cristianos, que creo que si comieçan, en
poco tiempo acabará de los haber convertido a nuestra Sancta Fe…; todas estas
son palabras formales del Almirante.”(135).
Vemos en este párrafo por ultimo como a su
vez, al volver el relato a una tercera persona, se desplaza como creador del
enunciado desligándose de la orden encomendada a la realeza. Entonces podemos
decir que al menos en este aspecto de la retorica la construcción del relato
funcionará en la construcción del “yo documental” bajo este juego en el
discurso testimonial con el objetivo de certificar y validar lo narrado. Vale
mencionar también la naturaleza de este relato en su carácter de “carta de
relación” que también podría funcionar
como motivador para esta búsqueda de veracidad del relato debido a su carácter
político y por lo tanto la utilización de estos giros retóricos.
2-
Narrativa. Araneda como dijimos propone el
análisis del aspecto narrativo por medio del tópico del suspenso
indestructible. Ahora bien esta propuesta esta fuerte mente vinculada, como
veremos más adelante con la construcción del europeo del espacio americano puesto que el
pre-concepto o “una verdad que se posee” dirá Todorov, de América como una
tierra repleta de oro, y riquezas en hierbas etc., riqueza infinita con la cual
colon no ha de encontrarse en su relato.
Colon
siempre ha de encontrarse con signos de grandes cantidades de oro pero este
siempre habrá de encontrarse a una mayor
distancia, estas distancias no son escogidas de forma arbitraria, se vinculan,
por un lado, al imaginario de Colón el
cual se encuentra sumergido en los viajes de Marco Polo y sus aventuras t por
otro, y por otro lado al oro específicamente como, mencionamos anteriormente,
como móvil predominante, según Araneda de las excursiones.
Así,
el espacio americano se vuelve un disparador de toda posibilidad de realidad
fantástica arraigada a la mitología europea, sirenas, amazonas, el Gran Kan
etc. Y como consecuencia Colón frente a los fenómenos inexplicables, obnubilado
por su imaginario “pretende estar
descubriendo y explorando y el resultado es la deformación del Nuevo Mundo”
(Pastor 2008:59), sustituyendo una realidad concreta por un imaginario.
Araneda
afirma que este “mito del país áureo” no
es un recuerdo irrelevante de libros fantásticos sino el elemento omnipresente
que otorga unidad, coherencia y tensión a la narración colombina. A su vez
propone que, este aspecto económico se encuentra en adyacencia con la narrativa
“cristianizante” si se quiere. Pero sobre este punto puede exponerse una
divergencia con la interpretación del procedimiento narrativo que propone
Pastor en “Discurso narrativo de la conquista de América” el motor narrativo
comienza con la elaboración del inventario
que será inventado, distorsionado, de acuerdo con las necesidades
europeas y dentro de este proyecto de utilización comercial de las tierras,
esta es evaluada como posible puerto desarrollando en la caracterización del
espacio por su potencial explotación. Bajo esta mirada de creará todo el
material narrativo de Colón tanto de la tierra como las rutas y el nativo. Por
lo tanto a diferencia de Todorov pastor no acepta una exaltación lírica del
espacio, más que como un vestido para la destrucción del espacio americano en
base a su capitalización.
3- Descripción.
Punto en el que quizás su mayoría se encuentran en cierta unanimidad es en el
concepto mencionado de “asimilacionismo” por el cual el diario del primer viaje
atraviesa su mirada. Proseguiremos entonces a realizar aquí la reseña de la
descripción del espacio bajo las
perspectivas colombinas.
Como
hemos dicho para Todorov son tres los móviles del relato colombino “primero
el Humano, el segundo divino, y el tercero relacionado con el disfrute
de la naturaleza “(Todorov 1992: 23)
podemos decir que estos móviles se manifiestan sobre dos esferas concretas, el
espacio americano y el indio. Nativo. Pastor afirma que las concepciones de la
naturaleza de esas tierras eran fabulosas, derivaban de los escritos griegos,
obras científicas y de relatos de viajes (gran importancia de Marco Polo) por
lo cual la construcción de este espacio se vuelve compleja hasta contradictoria, como dijimos colon no
se desplazo del arquetipo antropológico sino que adapto lo desconocido a lo
conocido por medio de la distorsión y la funcionalización.
La
descripción exuberante las riquezas ilimitadas se repiten de manera obsesiva.
La naturaleza fue con quien tuvo Colón el primer contacto, naturaleza asimilada
e identificada edénicamente, siendo
caracterizada con imágenes paradisíacas
La adjetivación en este relato se define bajo dos selecciones por su tamaño “grandes,
grandísimas” y por su potencial “verde, fertilísimo” en segundo nivel hace un
análisis topográfico, examinando los relieves de las tierras americanas, de
gran importancia puesto que las montañas implicaban oro. Luego el agua aparece caracterizada por la
abundancia, el sentido de la reducción es doble, la fertilidad y la ficción de
que el agua (dulce) llevaría hasta el oro, la fauna se describe como exótica y
la vegetación como se dijo, calificada
de exuberante y exótica.
Desde
el momento del descubrimiento el conocer la realidad concreta fue sustituido por el proceso de
identificación con una realidad pre-conceptual y en su primer acercamiento bajo
los parámetros de la narrativa, la
descripción genera una tensión entre lo admirable y lo verosímil, cuando
acercándonos a las partes finales del relato lo admirable e idílico del relato comienza a tornarse en
espantoso. El Nuevo Mundo para Colón se torna de peligros, se produce una
especie de desencanto que luego se volverá agresividad. Aunque para Pastor toda
esta construcción descriptiva que en un principio aparenta inocente no existió
jamás. Cabe repetir, lo antes mencionado sobre el carácter instrumental de esta
descripción basada en la posibilidad de beneficiar al europeo y el provecho que esta nueva tierra daría a
los mismos. Es decir que la segunda valoración del espacio pasa por su
apreciación material, por su capacidad de producción de especias o arboles de
gran valor en Europa, creando una mayor cotización del nuevo espacio, por la
sustitución de la realidad del espacio. El oro las piedras preciosas se separan
de la naturaleza aunque pertenezcan a las mismas, pero su exaltación sobre los
demás objetos, busca cargar el relato del oro de veracidad, validación y
confirmación pues todo el imaginario
de América dependía exclusivamente del
hallazgo de todas estas riquezas.
En
tanto a la relación de Colón con el salvaje tanto Todorov como Pastor afirman
que es descrita dentro del mismo marco de la naturaleza (por ello he de
incluirla en este apartado) como por decantación. La sustitución de estos
sujetos será en relación también de los diarios de viaje de Marco Polo, se
resalta en una primera instancia su desnudez, su pobreza, su falta de concepto
de propiedad y su cobardía. Así su caracterización será por dos valores, su
valor intrínseco y su valor material en occidente, su incapacidad para
comerciar, agredir y defenderse. La caracterización de “buen salvaje” sustenta
el plan de colon de utilizar al indio para la esclavitud por su carácter sumiso
y poder aprovechar el “capital del nuevo mundo más allá del saqueo. El contacto
con los indios es desconocido en cierta medida, pues no se documenta con
fiabilidad, pues por momento Colón afirma
no conocer la lengua (única según él) de los salvajes pero por momento cita
discursos diferidos de los mismos, por
lo tanto así como todos los factores anteriores el contacto y conocimiento que
Colón tiene del indio son ficcionales, sustitutivos, arbitrarios y por similitud acomodándolo a sus objetivos
de veracidad de la riqueza, de ninguna manera “reales”. Básicamente la presentación
del salvaje es tiene su núcleo en la
palabra “vacío” se encuentran vacíos de ordenes económicos, religiosos,
sociales etc. Por lo tanto listos para ser insertos como capital, religioso y
económico. Cabe mencionar como argumento una especie de hastío que parece tener
Colón al tener que hacer relación cada vez que se encuentra con estos
salvajes y repetidas veces enuncia: “toda la gente era una con los otros”
(Colón 2001: 118)”semejantes a los otros
de otras islas” (122).
Mencionamos
nueva mente que a lo largo de los viajes de Colón la imagen del buen salvaje
ira siendo transformada a medida que estos se mueven fuera de las
caracterizaciones pasivas antes mencionadas, transformando su perspectiva “cristianizad
ora” hacia una esclavista las cuales según para Todorov en colon son
indisolubles (Todorov 1992: 55) debido a su imposibilidad de conocerlos fuera
de su asimilación “preseteada” y su negación a considerarlos como humanos (57).
Biografía:
· Colón,
Cristóbal, Textos y documentos completos.
Madrid: Alianza, 1982.
· De
Sigüenza y Góngora, Carlos, seis obras, Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1984.
·
Pastor,
Beatriz, Discurso narrativo de la conquista de América, La Habana, Casa de las
Américas,
1983.
·
Todorov,
Tzvetan, La conquista de América. Cap. I. Bogotá: Siglo Veintiuno, 1992.
·
Adorno,
Rolena, “Los debates sobre la naturaleza del indio en el siglo XVI: textos y
Contextos”,
en Revista de Estudios Hispánicos, Universidad de Puerto Rico, 1992.
·
Zamora,
Margarita, “‘Todas son palabras del almirante’, Las Casas y el Diario de
Colón”,
Hispanic
Review, 57, Spring, 1989.
[1]
Utilizaremos este término que propone Zamora. Para referirnos a los discursos
en a tercera persona.