martes, 23 de julio de 2013

Sobre la construcción textual del espacio americano y la conformación del buen salvaje en “el diario del primer viaje de Cristóbal Colón.


“Este sujeto colonial no se define según quien es
 sino como ve; se trata de la visión que se presenta.”
Rolena Adorno (1988).

El espacio americano, como nos ha llegado a la actualidad, se torna  imposibilitado de objetividad, aun más, el espacio americano con la posibilidad de crear un discurso sobre sí mismo, con su propia voz, en las cartas colombinas, se encuentra censurada por lo que Todorov llama “asimilacionismo” punto de vista con el que  Colón piensa este nuevo espacio. O como explica Adorno, el europeo no vería al otro desde la alteridad, sino que buscaría adaptarlo por similitud a sus arquetipos antropológicos. Por lo tanto, sólo nos acercaremos en realidad a la construcción del espacio americano y al otro americano, por medio de los mecanismos utilizados por Colon en este “Diario del primer viaje”.                                                                                                                                                                  Todorov afirma que Colón ha de moverse por tres móviles para la conquista: el primero humano (la riqueza), el segundo divino y el tercero relacionado con el disfrute de la naturaleza. Por lo tanto temáticas de Colón se administran y dividirían en estos tres planos e influirán en las descripciones del espacio. En tanto a la narrativa Araneda afirma que  “los textos  colombinos relatan el encuentro de los europeos con los indicios, signos o señales de la fuente del oro infinito” (Araneda.1988:82). Por lo tanto “hay un suspenso narrativo que nunca se destruye en los escritos sobre el descubrimiento” (82). Luego  Zamora propone, en relación a la retorica del texto colombino que la intervención retorica del nuevo sujeto se manifiesta en diversas maneras  destacando el “comentario editorial” y que se manifestaría en dos formas: la evaluativa  y la no evaluativa, que se verán marcadas por los desplazamientos de persona, los cambios en los que el autor se cita como “el Almirante” (tercera persona) y cuando el mismo se sitúa en el discurso directo  en primera persona.
 Habiendo marcado los lineamientos que seguiremos para analizar la descripción, la narrativa y la retorica del diario de viajes procederemos a analizarlo en orden opuesto anteriormente citado.
1-    Retorica.  Como dijimos el relato en su estructura retorica  se moviliza en la forma de “discurso editorial “[1]que a su vez  se mueve entre el discurso indirecto y el  directo testimonial. Dando la posibilidad de la introducción de una nueva voz que se diferencia y destaca.  cabe aclarar que según Zamora la oscilación entre estos dos mecanismos no solo se lleva a cabo por la modificación de la persona sino también por un distanciamiento semántico  dentro del enunciado en el que se inserta. Ejemplos de esto  es por ejemplo  la utilización como  ya mencionamos de la forma “el Almirante” (Colón 2001: 98) o la constante utilización de los verbos flexionados en tercera persona como “navegó” o “anduvo” etc.  Con el objetivo de resaltar la autoridad del discurso testimonial y la presencia “distanciada de su persona.  Aun mas se nota este objetivo de la búsqueda de la veracidad cuando el autor pasa del uso indirecto al directo testimonial, auto-avalándose, y siendo su propia voz duplicada el sustento de sus propios argumentos como a su vez se genera el movimiento contrario al desplazamiento pues el narrador se acerca a su propio discurso.  Esto le permite por ejemplo habilitarse para el uso de un imperativo hacia La Corona española y desplazarse a su vez de su propio discurso. Cito:
Así deben Vuestras Altezas determinarse a los hacer cristianos, que creo que si comieçan, en poco tiempo acabará de los haber convertido a nuestra Sancta Fe…; todas estas son palabras formales del Almirante.”(135).
Vemos en este párrafo por ultimo como a su vez, al volver el relato a una tercera persona, se desplaza como creador del enunciado desligándose de la orden encomendada a la realeza. Entonces podemos decir que al menos en este aspecto de la retorica la construcción del relato funcionará en la construcción del “yo documental” bajo este juego en el discurso testimonial con el objetivo de certificar y validar lo narrado. Vale mencionar también la naturaleza de este relato en su carácter de “carta de relación”  que también podría funcionar como motivador para esta búsqueda de veracidad del relato debido a su carácter político y por lo tanto la utilización de estos giros retóricos.
2-    Narrativa. Araneda como dijimos propone el análisis del aspecto narrativo por medio del tópico del suspenso indestructible. Ahora bien esta propuesta esta fuerte mente vinculada, como veremos más adelante con la construcción del europeo  del espacio americano puesto que el pre-concepto o “una verdad que se posee” dirá Todorov, de América como una tierra repleta de oro, y riquezas en hierbas etc., riqueza infinita con la cual colon no ha de encontrarse en su relato.
Colon siempre ha de encontrarse con signos de grandes cantidades de oro pero este siempre habrá de encontrarse  a una mayor distancia, estas distancias no son escogidas de forma arbitraria, se vinculan, por un lado, al imaginario de Colón  el cual se encuentra sumergido en los viajes de Marco Polo y sus aventuras t por otro, y por otro lado al oro específicamente como, mencionamos anteriormente, como móvil predominante, según Araneda de las excursiones.
Así, el espacio americano se vuelve un disparador de toda posibilidad de realidad fantástica arraigada a la mitología europea, sirenas, amazonas, el Gran Kan etc. Y como consecuencia Colón frente a los fenómenos inexplicables, obnubilado por su imaginario “pretende estar descubriendo y explorando y el resultado es la deformación del Nuevo Mundo” (Pastor 2008:59), sustituyendo una realidad concreta por un imaginario.
Araneda afirma que este “mito del país áureo” no es un recuerdo irrelevante de libros fantásticos sino el elemento omnipresente que otorga unidad, coherencia y tensión a la narración colombina. A su vez propone que, este aspecto económico se encuentra en adyacencia con la narrativa “cristianizante” si se quiere. Pero sobre este punto puede exponerse una divergencia con la interpretación del procedimiento narrativo que propone Pastor en “Discurso narrativo de la conquista de América” el motor narrativo comienza con la elaboración del inventario  que será inventado, distorsionado, de acuerdo con las necesidades europeas y dentro de este proyecto de utilización comercial de las tierras, esta es evaluada como posible puerto desarrollando en la caracterización del espacio por su potencial explotación. Bajo esta mirada de creará todo el material narrativo de Colón tanto de la tierra como las rutas y el nativo. Por lo tanto a diferencia de Todorov pastor no acepta una exaltación lírica del espacio, más que como un vestido para la destrucción del espacio americano en base a su capitalización.
3-    Descripción. Punto en el que quizás su mayoría se encuentran en cierta unanimidad es en el concepto mencionado de “asimilacionismo” por el cual el diario del primer viaje atraviesa su mirada. Proseguiremos entonces a realizar aquí la reseña de la descripción del espacio  bajo las perspectivas colombinas.
Como hemos dicho para Todorov son tres los móviles del relato colombino “primero  el Humano, el segundo divino, y el tercero relacionado con el disfrute de la naturaleza “(Todorov 1992: 23) podemos decir que estos móviles se manifiestan sobre dos esferas concretas, el espacio americano y el indio. Nativo. Pastor afirma que las concepciones de la naturaleza de esas tierras eran fabulosas, derivaban de los escritos griegos, obras científicas y de relatos de viajes (gran importancia de Marco Polo) por lo cual la construcción de este espacio se vuelve compleja  hasta contradictoria, como dijimos colon no se desplazo del arquetipo antropológico sino que adapto lo desconocido a lo conocido por medio de la distorsión y la funcionalización.
La descripción exuberante las riquezas ilimitadas se repiten de manera obsesiva. La naturaleza fue con quien tuvo Colón el primer contacto, naturaleza asimilada e identificada  edénicamente, siendo caracterizada  con imágenes paradisíacas  La adjetivación en este relato se define bajo dos selecciones por su tamaño “grandes, grandísimas” y por su potencial “verde, fertilísimo” en segundo nivel hace un análisis topográfico, examinando los relieves de las tierras americanas, de gran importancia puesto que las montañas implicaban oro.  Luego el agua aparece caracterizada por la abundancia, el sentido de la reducción es doble, la fertilidad y la ficción de que el agua (dulce) llevaría hasta el oro, la fauna se describe como exótica y la vegetación  como se dijo, calificada de exuberante y exótica.
Desde el momento del descubrimiento el conocer la realidad  concreta fue sustituido por el proceso de identificación con una realidad pre-conceptual y en su primer acercamiento bajo los parámetros  de la narrativa, la descripción genera una tensión entre lo admirable y lo verosímil, cuando acercándonos a las partes finales del relato lo admirable  e idílico del relato comienza a tornarse en espantoso. El Nuevo Mundo para Colón se torna de peligros, se produce una especie de desencanto que luego se volverá agresividad. Aunque para Pastor toda esta construcción descriptiva que en un principio aparenta inocente no existió jamás. Cabe repetir, lo antes mencionado sobre el carácter instrumental de esta descripción basada en la posibilidad de beneficiar al europeo  y el provecho que esta nueva tierra daría a los mismos. Es decir que la segunda valoración del espacio pasa por su apreciación material, por su capacidad de producción de especias o arboles de gran valor en Europa, creando una mayor cotización del nuevo espacio, por la sustitución de la realidad del espacio. El oro las piedras preciosas se separan de la naturaleza aunque pertenezcan a las mismas, pero su exaltación sobre los demás objetos, busca cargar el relato del oro de veracidad, validación y confirmación  pues todo el imaginario de  América dependía exclusivamente del hallazgo de todas estas riquezas.
En tanto a la relación de Colón con el salvaje tanto Todorov como Pastor afirman que es descrita dentro del mismo marco de la naturaleza (por ello he de incluirla en este apartado) como por decantación. La sustitución de estos sujetos será en relación también de los diarios de viaje de Marco Polo, se resalta en una primera instancia su desnudez, su pobreza, su falta de concepto de propiedad y su cobardía. Así su caracterización será por dos valores, su valor intrínseco y su valor material en occidente, su incapacidad para comerciar, agredir y defenderse. La caracterización de “buen salvaje” sustenta el plan de colon de utilizar al indio para la esclavitud por su carácter sumiso y poder aprovechar el “capital del nuevo mundo más allá del saqueo. El contacto con los indios es desconocido en cierta medida, pues no se documenta con fiabilidad, pues por momento Colón afirma  no conocer la lengua (única según él) de los salvajes pero por momento cita discursos diferidos de los mismos,  por lo tanto así como todos los factores anteriores el contacto y conocimiento que Colón tiene del indio son ficcionales, sustitutivos, arbitrarios  y por similitud acomodándolo a sus objetivos de veracidad de la riqueza, de ninguna manera “reales”. Básicamente la presentación del salvaje es tiene su núcleo en  la palabra “vacío” se encuentran vacíos de ordenes económicos, religiosos, sociales etc. Por lo tanto listos para ser insertos como capital, religioso y económico. Cabe mencionar como argumento una especie de hastío que parece tener Colón al tener que hacer relación cada vez que se encuentra con estos salvajes  y repetidas veces enuncia: “toda la gente era una con los otros” (Colón 2001: 118)”semejantes a los otros de otras islas” (122).
Mencionamos nueva mente que a lo largo de los viajes de Colón la imagen del buen salvaje ira siendo transformada a medida que estos se mueven fuera de las caracterizaciones pasivas antes mencionadas, transformando su perspectiva “cristianizad ora” hacia una esclavista las cuales según para Todorov en colon son indisolubles (Todorov 1992: 55) debido a su imposibilidad de conocerlos fuera de su asimilación “preseteada” y su negación a considerarlos como humanos (57).




Biografía:

·        Colón, Cristóbal, Textos y documentos completos. Madrid: Alianza, 1982.
·     De Sigüenza y Góngora, Carlos, seis obras, Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1984.
·         Pastor, Beatriz, Discurso narrativo de la conquista de América, La Habana, Casa de las
Américas, 1983.
·         Todorov, Tzvetan, La conquista de América. Cap. I. Bogotá: Siglo Veintiuno, 1992.
·         Adorno, Rolena, “Los debates sobre la naturaleza del indio en el siglo XVI: textos y
Contextos”, en Revista de Estudios Hispánicos, Universidad de Puerto Rico, 1992.
·         Zamora, Margarita, “‘Todas son palabras del almirante’, Las Casas y el Diario de Colón”,

Hispanic Review, 57, Spring, 1989.



[1] Utilizaremos este término que propone Zamora. Para referirnos a los discursos en a tercera persona. 

jueves, 11 de julio de 2013

El yo quién soy.

Tengo hambre de tomar manos de celeste y ocre roble. 
de vivir en palco de oro de blanco de mar. de hermosas
caminar palabras todas
junto 
lejos .
y así casi todo el tiempo 
siempre en todo 
el también
de ninguno.
el resto lo discontinuo y todo eso y qué sé yo  dónde
se encuentran estas palabras, que en mi alma son una sola 
y en la lengua 
el alma 
de otro, 
de otra 
de antes. 
y yo 
que digo que soy yo y yo es mio.